Solo 30 días atrás, este bar ubicado en Rondeau al 1700 fue asaltado. Anoche, la historia se repitió.
Rompiendo los vidrios de la puerta de ingreso, este solitario ladrón, -que en la oportunidad anterior no solo robó en el bar sino también en varios comercios linderos-, ingresó en el negocio y se dirigió directamente a la caja registradora para llevarse la recaudación.
Para su sorpresa, prevenido por lo que ya le había ocurrido, el dueño del local no había dejado dinero guardado y el delincuente solo pudo llevarse un magro botín de dos pesos. No obstante, el daño causado en las instalaciones y la bronca de ser nuevamente blanco del delito fueron para Santiago otro mal trago.
14/03/2018
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